Cuento de año nuevo.

8 01 2010

Once integrantes de una familia de doce están reunidos en año nuevo, sin saber muy bien por qué. Las campanadas empiezan a sonar:

1ª  uva. Fue en un año nuevo de 1927 cuando conocí a mi mujer, en una rambla de Barcelona. “No te conozco ni me interesa hacerlo” me dijo con una mirada altiva. Desde el principio supo cómo tratarme. Cuánto tiempo ya. Mira que haberse ido de un país a otro sólo por amor. Otros tiempos eran. Tantos años, un hijo y dos hijas después y la sigo amando como el primer día. Es una lástima que ella ya no esté.

2ª uva. Yo no se ésta que le pasa, si ya le he dicho que esa blusa verde no le queda para nada. Y los mallones… atorada en los ochentas. Es una necia, luego nomás está llore y llore porque Carlos no vino. ¿Qué no entiende que tiene mucho trabajo? Ve nada más el broche del pelo, qué le pasa. ¿Qué nunca aprendió de mi cuando eramos chicas? Y con todo el drama que hace todo el tiempo, quién va a culpar a Carlos por no querer verla. Lo malo son los niños, año nuevo sin su papá. Mírala como ve el reloj, y con esas uñas… No culpo a Carlos por no llegar en toda la noche. Con esos pantalones guangos como no va a querer verme a mi en lugar de a ella. Lo bueno es que ya queda apenas hora y media. Sí, Hotel La Parroquia, habitación 324, 1 30 am.

3ª uva. Un carro, un carro, esta va por un carro, por favor diosito un carro, un carro, un carro, aunque sea uno chiquito un carro, pero si puedes el que vimos en la agencia rojo el otro día por favor un carro un carro un carro un carro un carro un carro un carro un carro un carro un carro un carro un carro un carro un carro un carro.

4ª uva. … y no saben que fui yo. Mi maestro dice que soy un cabroncito y creo que sí soy. Odio ese mantel, odio sus cuadros y odio el rojo y el verde y los bastoncitos. ¿Los traigo, los traigo? mmmm…. Sí, aquí están: 30 cerillos de madera con el águila en la caja… ¿Lo hago? Al rato están todos pedos y ni quien se entere.

5ª uva. Estoy tan… contenta aquí (¡hip!)… tratando de… comer mi uva… me voy a… a… atragantar… pero qué bo (¡hip!) nita se ve mi tía hoy… toda de verde… cómo la quiero… la quiero como a una (¡hip!) hermana… ah no… que es mi tía (¡hip!) … es que… qué difícil es ser mujer… ¡pinches hombres!… estoy tan (hip)… triste…

6ª uva. Mi novia está borracha, no entiendo que hago con esta gente: ya me quiero ir.

7ª uva.

Strengers in the night exchanging glances

Wond’ring in the night

What güer the chances we’d be shering love

Before the night was ruuu.

Something in your pies was so inviting,

Something in your nice was something something,

Something in my heart,

Told me I must have iuuu.

8ª uva … ganando 40 mil en 25 años ajá entonces cuándo voy a acabar de pagar el departamento que se se va a quedar sin gas el recibo pegado en el refri no he comprado huevos hambre el lunes en la mañana con todo el frío no quiero ir al la oficina esto sabe muy ácido hace calor podré ir a un antro luego de aquí odio venir sólo a estas cosas sueño no quiero comer dolor de estómago pavo con puré de manzana dulce y si sí la hubiera invitado hubiera venido ya no sé tratando de salir de aquí por qué no le quitan las semillas a estas cosas. Ya. Mejor me tomo un tequila con mis primos.

9ª uva. No le puedo decir. no le puedo decir a nadie. qué me va a decir mi mamá… ¡no! ¡mi papá! ¡Pero es tu tío! ¡Ya lo sé!, no me lo tienes que decir. Pero está mal. Ya sé que está mal. Y si lo sabes por qué no le dices a nadie. Porque no quiero. Por qué. Porque sé que no está bien. No creo que esa sea la razón. ¿Ah no, entonces cuál es? Creo que no le quieres decir a nadie porque en realidad te gusta.

10ª uva.  Al otro lado de la ciudad. Mis hijos, mis hijos, mis hijos, mis hijos. Están bien, sé que están bien, no les pasa nada, están bien. Ya están grandecitos: 15 y 13, grandecitos. Si me separo no les va a pasar nada, nada, nada. Ya están grandecitos. Hora y media para la 1 30. No, hoy no.

11ª uva. Por qué no llega… por qué no llega… perfecto carajo, los niños en año nuevo sin su papá, por qué demonios no llega… por qué no llega… por qué no llega…

12ª uva. Sin comérsela. …………………………………………………………………………… ………………… ………………………………………… …………………… …………… ………Barcelona………………………… ……… ……………………………… ……………………………………………………………………………… ……………………………………………..No te conozco ………………………… ………… ……… ……………… …………… ……………………… ……. ………………………. ……………………….. …….. ……………….. Qué guapo es ……………………. ……………  ………………………….. ……………………………………………… …………………….. ……………….. …………….. ……………… …………………………………………………………………………. ………… …………….. ………… …… ……………………………… ……………………………….. …………………………………. ……………………… Barcelona …………………………. ……………. ………………… …………. …….

……………………………………………… …………………….. ……………….. …………….. ……………… …………………………………………………………………………. ………… …………….. ………… …… ……………………………… ……………………………….. Brclona ………………………………….

……………………………………………… …………………….. ……………….. …………….. ……………… ……………………Brc……………………………………………………. ………… …………….. ………… ………………………No…t……cnzc……………………………………………………………………………………………….. ……………………………………………… …………………….. ……………….. …………….. ……………… …………………………………………………………………………. ………… …………….. ………… ……Q gp s…………………………………… ………………….. ……………………………………………… …………………….. ……………….. …………….. ……………… …………………………………………………………………………. …………    B………………….. ……………………………………………… …………………….. ……………….. …………….. ……………… …………………………………………………………………………. …………

Al terminar las campanadas, todos gritan “¡Feliz año nuevo!” mientras que sus pensamientos se dispersan en abrazos.





CUENTO DE NAVIDAD

26 12 2009

9 pm.

La familia entera está sentada alrededor de la mesa. Es 24 de diciembre de 1985. Los abuelos en la cabecera, dos hijas con sus esposos, y seis nietos en el extremo opuesto. Un sentimiento amargo recorre el lugar cuando alguien menciona el nombre del hijo que murió en el terremoto. Por unos segundos, las risas paran y sólo se escucha el silencio. El abuelo se pone de pie para cortar el pavo, mientras dice -la vida es corta, y eso lo sabemos todos-. La abuela pone un disco de navidad y destapa una de las tres botellas de sidra que guarda desde el año pasado. Las risas siguen. El disco se termina, la sidra también.

10 pm.

Un gran estruendo se oye afuera de la casa. Los dos yernos se levantan y salen de la casa a investigar el origen del ruido. Abren la puerta y ven que el manzano del jardín trasero está en llamas. Al compás de los gritos de las dos hijas y de la abuela, cubetazos de agua, un extinguidor y el contenido de dos botellas de refresco hacen lo posible por apagar las llamas, pero el esfuerzo es en vano. El árbol sigue quemándose y no parece consumirse.

11 pm.

El pánico desaparece al mismo ritmo que los minutos pasan. La familia entera, abuelos, hijas, yernos, nietos, se congregan alrededor del árbol ardiente. Se dan cuenta, uno a uno, que no hay peligro, que el fuego no se va a extender; tratar de apagarlo, pierde todo sentido. Los ojos de cada uno de los integrantes de la familia se concentran en las llamas. Están viendo algo que no deberían de ver.

11 59 pm.

– ¡Los borregos! – dice una hija. – Se me olvidaron en la casa, se tienen que colgar detrás de la puerta para que traigan dinero todo el año, mañana se los traigo. –

12 00 am.

25 de diciembre de 1985. Las llamas del árbol se apagan. La abuela se acuerda del hijo muerto sin decir nada. El nieto más pequeño, muy somnoliento, dice que se olvidaron de poner al niño Jesús en la cuna.

1 15 am.

Las hijas se despiden y los yernos cargan a los nietos dormidos. Se van de casa de los abuelos. Todos esperan que el año que entra un árbol vuelva a quemarse en el jardín sin razón aparente.